Si te notas la piel apagada, con tono grisáceo y falta de luz, es porque tu rostro necesita que lo oxigenes y que hagas un tratamiento a fondo que le devuelva el brillo natural.
Como base debes limpiarte e hidratar la piel a diario. ¿La clave ?La constancia, no descuides esto bajo ningún concepto.
¿El secreto de la luminosidad? ¡Una exfoliante! Con ella vas a arrastrar las células muertas e impurezas, además de activar la microcirculación. Una vez a la semana es suficiente.
Aplícala en la zona T, frente, nariz y barbilla. Es fundamental que la piel esté húmeda, la crema se deslizará mejor .Masajea haciendo movimientos circulares suaves con la yema de los dedos o ayúdate con un cepillo facial. Hazlo en la cara pero no te olvides del cuello, con cinco minutos basta .Retira el producto con abundante agua. Pero no te quedes aquí, aplica una mascarilla y el tratamiento será completo, como el de una top model. Más adelante hablaremos de ellas para que te resulte fácil.
Si la economía está achuchada y no es el momento de invertir en cremas, utiliza una exfoliante casera, entra dentro de la cosmética natural.
Mezcla dos cucharadas de azúcar, una de aceite de oliva y otra de zumo de limón.¡Ya tienes una exfoliante!
Exfoliar la piel no es recomendable, ¡es necesario!