Hoy en día, tod@s hemos tenido algún momento de estrés en la vida o estamos estresados… Sin excesos, puede ser hasta positivo, pero lo que no podemos es “vivir estresados de forma continuada”.
Cuando la piel se estresa, se produce un cambio hormonal aumentado la liberación de cortisol y adrenalina, estas hormonas desequilibran la concentración de estrógenos y testosterona que actúan de forma directa en la piel y aparecen los primeros signos de la piel estresada.
En pieles más sensibles, se manifiesta con problemas de picor, descamación, escozor,… En estos casos hay que aplicar cremas calmantes y si no mejoran, visitar al dermatólogo.
Las pieles maduras lo muestran con la aparición de bolsas, ojeras y un tono apagado. La energía que la dermis necesita, se utiliza para que funcionen bien otros órganos de nuestro cuerpo, algo que podríamos evitar tomando productos naturales como la jalea real, nos aporta energía y vitalidad para superar los estados de agotamiento. También sería recomendable estimular la renovación celular con una exfoliante y devolver la luminosidad con la ayuda de mascarillas.
Hay personas que lo padecen sin saberlo porque su origen es interno, lo produce una mala alimentación, una enfermedad, las tensiones del trabajo, los problemas en general,…Las causas también pueden ser externas, la contaminación, los ruidos, las radiaciones solares, las temperaturas extremas,…
Es muy peligroso, modifica el comportamiento del organismo, provoca la caída capilar, insomnio, irritabilidad, aumenta la susceptibilidad, disminuye las defensas,…
Si no podemos eliminarlo, hay que aprender a controlarlo. Podemos tomar plantas medicinales que nos ayuden a dormir y pasar el día más relajado. Organizar nuestra agenda y poner metas posibles de conseguir. Hacer algún ejercicio de forma regular, nos ayuda a desconectar, oxigenar la mente, quemar calorías y liberar adrenalina descargando las tensiones. Cuando esperamos tener un día intenso, hay que reforzar la alimentación con vitaminas (frutas, verduras,…), proteínas (carne, leche, huevos,…) y fibra (pan y cereales integrales).Investiga técnicas de relajación y ponlas en práctica. Dale un extra a la piel desde el interior con productos como arkosol.
Aprende a llevar las cosas de otra manera,”las cosas se ven dependiendo del color del cristal con el que se miran”.